Las cardiopatías congénitas en personas adultas

Las cardiopatías congénitas son anomalías estructurales del corazón presentes desde el nacimiento y afectan a un número significativo de personas en todo el mundo. A medida que los avances médicos y quirúrgicos han mejorado la supervivencia de los menores con problemas cardiacos, ha surgido una nueva población de pacientes: personas adultas con cardiopatías congénitas.

Se trata de la patología de nacimiento más frecuente en nuestro país. En concreto, 8-10 de cada 1.000 bebés nacen con una malformación del corazón o grandes vasos y, al menos, 6 de cada 1.000 tienen una cardiopatía moderada o grave.

Hasta hace poco, sólo el 50% alcanzaba la edad adulta. Actualmente, hasta un 90% de menores intervenidos de cardiopatía congénita alcanzan la edad adulta, gracias al desarrollo de la cirugía cardiaca y las técnicas percutáneas. Hoy, en España, alrededor de 120.000 adultos conviven con anomalía cardiaca, lo que significa unos 270 casos por cada 100.000 habitantes.

Atención médica para personas adultas con cardiopatía congénita

El cuidado de los pacientes adultos con cardiopatías congénitas es una área de creciente importancia en la atención médica. A medida que la supervivencia de los pacientes pediátricos mejora gracias a los avances en la medicina, es fundamental brindar una atención especializada y continua conforme estos pacientes ingresan a la edad adulta.

Cuando quienes nacen con cardiopatía congénita llegan a la edad adulta, necesitan una transición suave y efectiva de la atención pediátrica a la atención médica para adultos. Este proceso implica una coordinación adecuada entre cardiólogos pediátricos y cardiólogos de adultos especializados en cardiopatías congénitas.

Se trata de un cambio personal, en el que el adolescente gana autonomía en diferentes esferas de su vida. Hasta ese momento, la gestión de la salud había correspondido a los progenitores, sin embargo, a partir de ahora el paciente debe ser capaz de asumir progresivamente esa tarea.

La atención médica centrada en el paciente, que abarca la educación, el apoyo emocional y la planificación a largo plazo, es fundamental para garantizar una transición exitosa y la continuidad del cuidado.

Por otro lado, las cardiopatías congénitas necesitan un control continuo del paciente con revisiones periódicas y realización de pruebas, tales como ecografías o exámenes de esfuerzo, por ejemplo. Se trata de anomalías que requieren un enfoque especializado y el seguimiento de la salud cardiovascular a lo largo de la vida. Los centros especializados en cardiopatías congénitas en adultos deben ofrecer servicios integrales, que incluyan evaluaciones cardiológicas regulares, pruebas de imagen avanzadas, asesoramiento genético y opciones terapéuticas personalizadas. Esta atención especializada permitirá una monitorización efectiva y el manejo de complicaciones potenciales a largo plazo.

Investigación y avances en la atención médica de las cardiopatías congénitas

El cuidado de los pacientes adultos con cardiopatías congénitas no se limita únicamente a la atención médica cardiológica, sino que también debe incluir la atención psicológica. Se reconoce la importancia de abordar aspectos psicosociales, emocionales y de calidad de vida.

En este sentido, es importante también proporcionar una atención integral con equipos multidisciplinares, que incluyan cardiólogos, psicólogos, trabajadores sociales y otros especialistas. El apoyo emocional, el asesoramiento sobre estilo de vida saludable, las recomendaciones de actividad física adaptada y ofrecer estrategias que les ayuden a abordar desafíos específicos, como, por ejemplo, el embarazo, son herramientas claves para el tratamiento de estos pacientes.

Por otro lado, la investigación es fundamental para mejorar la atención médica y los resultados en pacientes adultos con cardiopatías congénitas. Se están realizando estudios para comprender mejor la fisiopatología, los factores de riesgo y las tácticas de tratamiento óptimas. Los avances en la tecnología médica, como la cirugía mínimamente invasiva y los dispositivos implantables, están mejorando las opciones terapéuticas y la calidad de vida. 

En España, las malformaciones del corazón tienen una prevalencia en tres de cada 1.000 adultos. Un número que está creciendo en los últimos años y que lo seguirá haciendo, debido a los avances médicos que alargan la vida de estos pacientes.

A pesar de las estadísticas, al tratarse de alteraciones del corazón que no se ven, las cardiopatías congénitas siguen siendo grandes desconocidas, por lo que es necesario sensibilizar más a la población y visibilizar la existencia de esta patología que afecta a miles de personas en todo el mundo.

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