Ya tenemos ganador del I Concurso de Relatos Cortos

“El viaje de Luna” es el relato ganador de la primera edición del Concurso de Relatos Cortos “Vivir con Cardiopatía Congénita”, una iniciativa enmarcada dentro de las actividades programadas por la Asociación Corazón y Vida con motivo de la celebración de su 30 aniversario.

Bajo el pseudónimo de Reisa, Asier Redondo ha esbozado la historia de Luna, sobre quien un “viento frío soplaba sin descanso desde el día que nació, agitando su corazón y haciendo que sus latidos nunca fueran tan cálidos y armoniosos como deberían”.

El autor describe a través de delicadas metáforas cómo van manifestándose los síntomas de la cardiopatía congénita que padece la pequeña, hasta que “los sabios del reino se reunieron para encontrar una solución que apartase para siempre aquellos fríos vientos que soplaban sin descanso dentro de Luna”. Una historia que concluye con un final feliz, dado que con “una operación la pequeña Luna supo que su corazón latía al ritmo de la vida, y que su espíritu había sido renovado por la luz de la curación”.

“El viaje de Luna” no ha sido la única historia que ha conmovido al jurado de este concurso. “Hemos recibido una treintena de relatos y la decisión final no ha sido fácil. Nos han llegado narraciones desde diferentes rincones del mundo y ha sido una gran satisfacción para la asociación comprobar el interés que ha despertado nuestra iniciativa. Nuestro objetivo era el dar voz a las personas que padecen cardiopatía congénita o están cerca de alguien que la tienen, conocer cómo se sienten y cómo se enfrentan a ella y la escritura es una manera muy sanadora de plasmar este tipo de sentimientos”, explica Helena Sameño, presidenta de Corazón y Vida.

“De 36 LPM a los 60 de «Siete» es el título del segundo relato finalista, obra de Natalia Calle. Bajo el pseudónimo de Faucana, la autora nos invita a conocer cómo es la vida de una persona que ha nacido con cardiopatía congénita, paseando por la línea del tiempo y haciendo un recorrido desde su infancia, hasta el instante en el que le comunican que “ha llegado el momento de recomendar el marcapasos”. Un día en el que “el suelo se abrió bajo mis pies”.

Un relato en el que acompañamos a la autora en sus momentos de angustia, pero también en los más esperanzadores, alegrándonos con ella de la llegada a su vida de ‘Siete’ y agradeciendo “a muchos miles más de investigadores e investigadoras, médicos, cirujanos y enfermeros que, con su entrega y pasión 24/7, construyen un suelo firme bajo nuestros pies y nos convierten en personas inmensamente afortunadas”.

“La inocente miocardiopatía” es obra de Asclepio, pseudónimo bajo el que se encuentra José Antonio Serna, nuestro tercer finalista. “Tengo  8 años y desde hace cinco me diagnosticaron un gen que puede desarrollar en la adolescencia una enfermedad llamada miocardiopatía hipertrófica”. Así se presenta esta narración que nos adentra en la historia de un niño que ha heredado la cardiopatía congénita de su familia materna, una afección que le obliga a hacer visitas periódicas al cardiólogo para hacerse una “foto del corazón”. Un relato que transmite la inocencia de alguien que quiere “ser futbolista, me apasiona el fútbol, mi deseo es jugar en un equipo, pero mis padres esquivan la conversación y cambian de tema enseguida… desconozco el motivo”.

Visibilidad a la cardiopatía congénita

La idea de convocar este concurso surgió a raíz de la respuesta recibida con la sección ‘Corazones Extraordinarios’ del blog de la web, a través de la que periódicamente Corazón y Vida publica entrevistas con las que da a conocer las historias de vida de personas que viven con cardiopatía congénita o tienen un hijo o hija con ella.

“Nuestra intención ahora es compartir los relatos y dar visibilidad a la treintena de historias que hemos recibido. Estamos analizando el formato de publicación porque, a raíz de la publicación del concurso, nos han llegado algunas propuestas muy interesantes”, indica Myriam Andrada, directora de Corazón y Vida.

Esta iniciativa no habría tenido tanta repercusión si Corazón y Vida no hubiera contado con la ayuda de muchas asociaciones y entidades amigas que han tenido a bien dar difusión y visibilidad a la convocatoria. “Este es un gesto que queremos agradecerles, al igual que a todas las personas que han participado y nos han enviado su relato. Queremos darle las gracias no solo por su interés, sino también por la generosidad que han tenido al compartir sus historias con nosotros”, indica Luis Morales, vicepresidente de Corazón y Vida.

Recordamos que Alcalá Automotor, entidad familiar dedicada al mundo de la automoción, es la compañía que ha patrocinado el I Concurso de Relatos Cortos. Su gerente, José Manuel Domínguez, no dudó en colaborar desinteresadamente con la Asociación y apoyar esta iniciativa donando el premio que se otorgará al ganador.

Solo nos queda dar la enhorabuena tanto al ganador Asier, a los finalistas, Natalia y José Antonio, así como al resto de participantes que, desde diferentes rincones del mundo, habéis querido compartir vuestra historia de vida con Corazón y Vida. De corazón, gracias a todos y todas.