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Tengo un alumno o alumna con cardiopatía congénita en el aula, ¿qué debo hacer?
En muchas ocasiones, cuando llega el momento de la escolarización, e incluso al iniciarse esta tras la etapa infantil, los progenitores detectan que educadores, maestros y profesores muestran cierto miedo e inseguridad al tratar a su hijo o hija, debido específicamente al desconocimiento que tienen en general de la condición de la persona afectada por una cardiopatía congénita.
Muchos docentes se encuentran con un alumno o alumna con cardiopatía congénita en el aula y no saben qué hacer. En ocasiones, quienes padecen una anomalía cardíaca necesitan atención o cuidados especiales. Por eso, si los profesionales educativos conocen sus necesidades, aprenden a tratar con naturalidad su cardiopatía y las circunstancias que la rodean, les será más fácil afrontar la situación.
El colegio constituye uno de los pilares más importantes en el desarrollo de un niño o niña. En él pasan gran parte del día para aprender y desarrollarse socialmente. Sin embargo, pese a ello, muchos educadores no saben cómo actuar cuando tienen un alumno o alumna que padece algún tipo de dolencia, como es el caso de una cardiopatía congénita.
Si un centro educativo nunca ha tenido un estudiante con una afección cardíaca en el aula, probablemente no exista un protocolo a seguir. En caso de una complicación, estos profesionales no sabrían qué hacer salvo acudir a las asistencias sanitarias.
En España, nacen cada día 10 bebés con una anomalía en el corazón. Se trata de la patología congénita más frecuente en nuestro país, por lo que es posible que muchos docentes, a lo largo de su carrera profesional, tengan que dar clase a una persona con cardiopatía congénita.
Indudablemente, tener este tipo de afección cardíaca puede influir en la vida escolar de una persona. Aunque es posible que las operaciones de corazón se realicen a los pocos días o meses del nacimiento, hay niños y niñas que también son intervenidos en los años posteriores. Los procedimientos quirúrgicos, las revisiones y pruebas periódicas afectan a la frecuencia y regularidad con la que asisten al centro educativo.
Hay periodos en los que pierden muchas horas de clase o faltan a los exámenes, lo que comportará un retraso en la adquisición de los conocimientos propios de su curso. De ahí, que en ocasiones necesiten mayor apoyo por parte del profesorado para intentar que su ritmo se acople lo antes posible al del resto de la clase.
También ocurre que muchas cardiopatías congénitas entrañan algunos riesgos, por lo que los escolares pueden tener algunas limitaciones, por ejemplo, a la hora de realizar ejercicio físico o presenten dificultades de aprendizaje.
Es importante que los profesionales educativos conozcan la afección de su alumno o alumna porque de esta manera podrán ayudarle o saber cómo actuar si el niño o niña presenta alguna complicación durante su estancia en la escuela.
Guía para docentes con niños o niñas con cardiopatía congénita en el aula
La Fundación Menudos Corazones tiene editada una guía, ‘Tengo un niño o niña con cardiopatía en el aula’, dirigida a profesionales de la educación. Se trata de un documento con ideas que ayudan a afrontar la situación, a fin de que el maestro o maestra aumente su confianza, al tiempo que permitirá al estudiante con cardiopatía vivir su escolaridad con normalidad y con la máxima integración posible.
La guía resuelve dudas tan esenciales como ‘¿Qué son las cardiopatías congénitas?’; ‘¿Quién debe informarme sobre su situación cardiológica?’; ‘¿Cómo trabajo en el aula con un alumno o una alumna con cardiopatía?’; ‘¿Cómo debo reaccionar ante posibles episodios derivados de su cardiopatía?’; ‘¿Cómo reaccionan sus compañeros y compañeras de clase?’; ‘¿Cómo afectan las operaciones a su ritmo escolar?’; o ‘¿Cómo ayudarle cuando se encuentra en el hospital?’, entre otras.
A continuación, destacamos algunos tips que se recogen en este documento para dar respuesta a situaciones que pueden plantearse en un aula.
En relación con el tipo de tratamientos que siguen los niños y las niñas con cardiopatía congénita: “Si toman diuréticos, es probable que necesiten acudir con más frecuencia y urgencia al baño. Si toman anticoagulantes, no deben participar en deportes de contacto”.
Cuando el estudiante tiene un marcapasos: “Hay que tener cuidado de proteger la zona donde está implantado el marcapasos”.
Ante posibles episodios derivados de la anomalía cardiaca: “En ocasiones excepcionales pueden presentarse episodios de taquicardia, fatiga y mareo. Contacta con la familia o con el personal sanitario”.
El docente debe estar al tanto de la cardiopatía congénita de su alumno o alumna: “La madre o el padre deben facilitarte toda la información necesaria sobre la cardiopatía y aportar los informes médicos”.
Es importante concienciar al resto del alumnado: “Es primordial que sus compañeros y compañeras estén al tanto de lo que supone tener una cardiopatía”.
Tras una fase de hospitalización: “En su vuelta al aula, deberá primar la paciencia y el respeto, sin agobiarle y tratándole como a un alumno o una alumna más”.
Las operaciones pueden afectar al ritmo escolar del estudiante: “Al principio, quizá el niño o la niña presente más dificultades para concentrarse durante largos períodos de tiempo”.
En cuanto al ejercicio físico: “En el caso de que, por su cardiopatía congénita, no pueda afrontar las mismas rutinas de ejercicio que el resto de la clase, es aconsejable plantear una revisión curricular”.
En relación con las dificultades de aprendizaje o socialización: “Algunos niños y niñas con cardiopatías congénitas pueden presentar dificultades de aprendizaje o socialización que tienen su origen en alteraciones del desarrollo neurológico”.
Si te dedicas a la educación, te invitamos a leer esta guía, cuya versión íntegra puedes encontrar en este enlace.
En la Asociación Corazón y Vida, contamos con servicios de apoyo psicológico y asesoramiento, entre otros, para prestar ayuda a personas de este colectivo que lo necesitan. Ofrecemos colaboración con los centros educativos, a petición de las familias, para facilitar la normalización de la cardiopatía congénita y mejorar la integración de los menores con esta afección.
Si necesitas este tipo de atención, no dudes en ponerte en contacto con nuestra entidad. Desde 1993, trabajamos en Andalucía para mejorar la calidad de vida de quienes padecen cardiopatía congénita y dar visibilidad a esta afección.
Sobre el Autor: Asociación Corazón y Vida
Corazón y Vida es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja por mejorar las situación de las personas con cardiopatías congénitas.
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