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Fran García, "Me han educado para que no considerase mi cardiopatía como algo negativo"
Fran nació con «el corazón al revés», es decir, con la arteria pulmonar y la aorta intercambiadas de posición. Transposición de grandes arterias, una anomalía cardiaca por la que tuvo que ser intervenido de urgencia a las 48 horas de llegar al mundo. Tras la corrección de su cardiopatía congénita ha podido llevara cabo una vida como la de cualquier chico de su edad.
Estudia Biología en la Universidad de Sevilla y confiesa ser un buen estudiante. «Buenas notas en el cole, adaptación curricular por altas capacidades y ganador de alguna olimpiada matemática». A este joven sevillano, a veces le falta tiempo, dado su afán por «hacer de todo en la vida«. Ha pasado una temporada en Irlanda aprendiendo inglés y desde pequeño ha practicado todos aquellos deportes que ha podido como rugby, escalada, judo, atletismo o voleibol, entre otros.
Dada su experiencia de vida, de la que presume y se siente orgulloso, ahora quiere empezar a colaborar con otros chicos y ayudar a los nuevos padres, que tengan que enfrentarse a la cardiopatía congénita de su hijo o hija. Os invitamos a conocer la historia de Fran, quien llegó a este mundo con un corazón extraordinario.
Pregunta (P): Fran, cuéntanos cuál es tu historia ¿con qué cardiopatía congénita naciste?
Respuesta (R): Cuando me hacen esta pregunta siempre respondo “nací con el corazón al revés”. Concretamente, la arteria pulmonar y la aorta estaban intercambiadas de posición, haciendo que el sistema circulatorio en lugar de ser un ocho, fuesen dos circuitos cerrados.
(P): ¿En qué consiste esta anomalía cardiaca?
(R): La transposición de grandes arterias hace que la sangre rica en oxígeno vuelva a los pulmones, mientras que la sangre con CO2 sigue circulando por el cuerpo.
(P): ¿Cómo ha sido el proceso para la corrección de tu cardiopatía congénita?
(R): La primera intervención por la que pasé fue un Rashkind a las 48h de nacer. Se trataba de un cateterismo terapéutico con el que conectaron el flujo de los circuitos para que mi cuerpo recibiera algo de oxígeno. Fue una intervención temporal que tenía el objetivo de alargar mi vida hasta poder realizar la operación principal, que fue dos semanas más tarde y en la que corrigieron la cardiopatía.
Desde entonces, no he tenido que volver a pasar por quirófano. No tengo tratamiento alguno, pero sí mis revisiones anuales para asegurarnos de que todo sigue bien. El único recuerdo que tengo de la operación es una cicatriz súper chula.
(P): Entonces, no has tenido que pasar mucho tiempo en el hospital, ¿no?
(R): No he tenido que ingresar en el hospital más que mi primer mes de vida.
«Es importante conocer con detalle la cardiopatía que se padece»
(P): ¿Cómo valo
ras el trabajo de los profesionales sanitarios con quienes debéis pasar por situaciones como la tuya desde tan pequeños?
(R): Los profesionales con los que he tenido contacto han tratado siempre de amenizar las consultas y las revisiones, haciendo que el proceso de ir al hospital fuese agradable, ya sea con juegos o simplemente con una buena cara.
Ahora valoro que, desde muy pequeño, los médicos estaban dispuestos a explicarme en qué consistían las pruebas a las que tenía que someterme y nunca dejaban preguntas sin responder.
(P): Has hecho ya la transición de la unidad de pediatría a la de adultos. ¿Cómo ha sido este cambio para ti? ¿Has contado con apoyo para ello?
(R): Creo que la parte más importante del período de transición es conocer en detalle la cardiopatía que se padece y hacerse responsable de las implicaciones que puede traer, ya sea tratamiento o cómo llevar el día a día. En esto mis médicos hicieron un gran trabajo y me siento muy cómodo en la sección de adultos.
(P): ¿Condiciona o limita la cardiopatía congénita tu vida?
(R): No creo que mi cardiopatía congénita condicione mi estilo de vida. En el cole nunca he tenido un trato distinto, ni he sentido rechazo ni un trato preferente por los profesores o mis compañeros, a pesar de que conocían mi condición. Siempre he valorado mucho que me traten como a uno más.
(P): Imaginamos que tu familia y amigos son pilares importantes para ti, ¿no?
(R): Desde siempre mi familia se ha esforzado mucho para que no me limite mi condición. Me han animado a ser activo y a que explore cuáles son los límites de lo que puedo hacer, siempre bajo su supervisión.
Agradezco llevar una vida normal y sé que, en una parte, he tenido suerte y esto ha sido gracias a la acción de mis padres. Me han educado para que no considerase mi cardiopatía como algo negativo, haciendo que me sintiera afortunado de poder contar una ‘historia tan chula’.
(P): ¿Qué piensas que es lo más importante para una persona que tiene una afección como la tuya?
(R): Creo que lo más importante es sentirse orgulloso de lo que nos ha tocado. Presumir de cicatriz, de mi historia que deja a todo el mundo boquiabierto cuando la cuento y centrarse en todas las cosas que se pueden hacer, no en las limitaciones.
Para esto es muy importante que, tanto la familia como el personal sanitario, eduque desde pequeños. También es clave que en esos momentos en los que parece que se te viene el mundo encima debido a la cardiopatía, tener algún amigo con el que poder desconectar.
«Quiero empezar a colaborar con otros chicos y ayudar a nuevos padres y madres»
(P): ¿Crees que la sociedad está concienciada sobre las cardiopatías congénitas?
(R): Pienso que el público general no está demasiado enterado de qué son las cardiopatías congénitas. Yo solo conozco un par de ellas y nací con una. Lo que falta sería un poco más de visibilidad.
(P): ¿Qué significa para ti Corazón y Vida?
(R): Conozco la asociación desde hace algunos años, aunque mis padres llevan participando en ella desde hace mucho más tiempo.
(P): ¿Cómo participáis en nuestra asociación?
(R): Mis padres participan en pequeñas cosas de la asociación, dando visibilidad en las redes sociales o comprando lotería de navidad todos los años. Hemos hecho uso de algunos de los servicios que ofrece como el de psicología. Ahora quiero empezar a colaborar con otros chicos y ayudar a los nuevos padres y madres.
(P): ¿Por qué crees que es importante la existencia de entidades como Corazón y Vida?
(R): Me parece que es muy necesario que haya organismos como Corazón y Vida, donde poder sentirse acogido y acompañado. Resulta muy tranquilizador, sobre todo para los padres y madres, saber que hay más personas que están pasando o han pasado por tu situación.
(P): Desde tu experiencia de vida ¿qué mensaje enviarías a otras personas que han nacido con una cardiopatía congénita y a sus padres y madres?
(P): A los chicos les diría que no dejen que su cardiopatía limite su vida, que se queden con la parte positiva de todo lo que pueden hacer y estén orgullosos de la suerte que tienen. A los papis me gustaría decirles que es muy importante que le transmitan seguridad a sus hijos, que les animen a conocer su cardiopatía y no se avergüencen de ella. Y que, aunque estén pasando por un mal momento, siempre pueden acudir a la asociación para recibir consejo o acompañamiento.
Sobre el Autor: Asociación Corazón y Vida
Corazón y Vida es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja por mejorar las situación de las personas con cardiopatías congénitas.
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